Del poder y la gloria a la edad de la razón
-Imagen de Ernst H. Gombrich obtenida de Wikipedia.es -
Ernst Hans Josef Gombrich fue uno de los historiadores del arte más prestigiosos que tuve el Reino Unido. Aunque austriaco de nacimiento , Gombrich, ante la llegada al poder de los nazis se trasladó a Gran Bretaña, en 1936. Allí ocupó un puesto como asistente de investigación en el Warburg Institute, creado por Aby Warburg, convirtiéndose en el director del mismo desde 1959 hasta 1976.
Durante la Segunda Guerra Mundial, al trasladarse la biblioteca al campo, Gombrich ofició como radioescucha de emisoras alemanas para la BBC, traduciendo las conversaciones al inglés, lo que le ayudó bastante en aprender el idioma. Trabajó en la Universidad de Londres (1956-59) y en el Warburg Institute (1959-76), un centro de investigación asociado a la Universidad de Londres, fundamental para el estudio del influjo de la Antigüedad clásica en todos los aspectos de la civilización europea. Allí ocupó diferentes cargos de investigador antes de convertirse en su director.
Como historiador del arte publicó diversas obras entre ellas una gran Historia del Arte. En su tercer volumen cuando habla del barroco señala que este periodo artístico fue un reflejo del poder y de la gloria no sólo en aquellos países donde la Iglesia Católica usaba el poder del arte para impresionar o abrumar. De hecho, los reyes y príncipes de la Europa del de los siglos XVII y XVIII desearon igualmente reflejar su poderío e incrementar así su influjo en el espíritu de las gentes. Ellos también desearon aparecer como seres de otra condición , destinados a gobernar por derecho divino sobre el común de los mortales.
Y si bien es cierto que en torno al año 1700 es el momento en que culmina el movimiento barroco en la Europa católica los países protestantes, con Inglaterra a la cabeza, optan por huir del movimiento que gustaba en los países católicos , para buscar la firmeza y la estabilidad. Esto se hace visible en la Catedral de San Pablo por parte del arquitecto Christopher Wren (1632-1723).
-Imagen de Saint Paul´s Cathedral de Christopher Wren obtenida de Wikipedia.en -
Los arquitectos británicos de esta época escapan, en los palacios nobiliarios ingleses, de las extravagancias a las que había llevado el barroco. Su interés era respetar, como dice Gombrich en su obra, "tan fielmente como pudieran las verdaderas o pretendidas leyes de la arquitectura clásica". Esto se manifiesta en la obra de otro arquitecto Horatio Walpole o William Chambers, arquitecto que apostarán por una auténtica revolución , mirando uno y otro a otros momentos del pasado.
La normas del buen gusto en este momento fue la norma de la razón. Este deseo por el "buen gusto" y por la razón se percibe igualmente en la obra de Sir Joshua Reynolds (1723-1792). Reynolds, que llegará a ser el primer presidente de la recién fundada Real Academia de Arte de su país, expuso su doctrina "académica" en una serie de discursos que revelaban que Reynols, y sus contemporáneos, creían en el buen gusto y en la importancia de la autoridad en el arte. Creía el pintor que el correcto proceder artístico podía , en gran parte, ser enseñado. Gombrich afirma que "la verdadera tarea de los artistas se centraba en la labor de la inteligencia".
En el siglo XVIII las instituciones inglesas y el gusto inglés se convirtieron en modelos admirados por todos los pueblos de Europa que suspiraban por el gobierno de la razón, pues en Inglaterra, el arte no se había empleado para incrementos el poder y la gloria de los reyes de derecho divino. Su arte respondía a la medida del hombre. Su buscan a hombres y mujeres corrientes, más que por las galas del poder sino por el deseo de reflejar otra realidad, la realidad.
Esto es propio del denominado Siglo de las Luces y de la Ilustración que es la principal corriente de pensamiento europeo que se produjo en el siglo XVIII. Es una reacción a la ignorancia y al fanatismo que había imperado en momentos anteriores.
Entre los pensadores o “filósofos” de la Ilustración no existía ningún programa común. Dos características definen a estos pensadores: el ataque a la Iglesia católica y su tradicional intolerancia así como la aceptación de la teoría del “Contrato Social” de John Locke en donde de ese contrato entre el gobernante y sus gobernados se aprecia un rechazo al absolutismo, y el disfrute de los derechos de seguridad y propiedad, así como una separación de poderes.
- Imagen obtenida de internet Wikipedia.en del Retrato de John Locke, pintado en 1697 por Godfrey Kneller-
Realmente todo había surgido en el siglo XVII por obra de pensadores como Isaac Newton máximo representante de la Revolución Científica del siglo XVII. El nuevo método científico basado en la observación y en la experimentación logrará el progreso científico y tecnológico del siglo XVIII. Lo cierto es que la ciencia y la técnica buscarán soluciones aplicadas a la producción (objetos, procesos y máquinas para producir más y mejor). El progreso científico experimentado a lo largo del siglo XVII fue interpretado por los filósofos ilustrados como el triunfo de la razón humana.
El hombre recuperaba la fe en si mismo y en las ilimitadas posibilidades de la inteligencia humana para llegar a descubrir y explicar los desconocido. Papel fundamental para el impulso de estas ideas las asumen los llamados "filósofos" ilustrados cuya misión es difundir el conocimiento a través de la razón y la crítica para conseguir dos objetivos fundamentales, la libertad y la felicidad.
- Imagen obtenida de Internet del blog El arte de Pintar con la obra de La lavandera de Juan Simeón Chardin-
Esto pasará el Canal de la Mancha y lo veremos en algún pintor francés aventajado como Juan Simeón Chardin ( 1699-1779) en oposición a otros dos pintores de su tiempo como son Watteau o de Fragonard, pintores ambos de la alta sociedad, o en el campo de la escultura donde Houdon esculpió el busto de un hombre de su tiempo, Voltaire, uno de los grandes adalides de la razón, poseedor de un ingenio incisivo, de una inteligencia penetrante. Ahora lo que importaba era la Razón.
- Imagen de Voltaire sedente esculpido por Juean- Antoine Houdon, obtenida de internet de la Enciclopedie Britannica-
Las nuevas ideas ilustradas, como vemos, se extienden por Europa y asientan sus razones , especialmente, en Francia, desde donde parte al resto del mundo, favorecidas por el afrancesamiento de la cultura y de los salones aristocráticos del continente europeo.
Importante papel jugaron las numerosas publicaciones existentes y en especia la obra cumbre de la Ilustración: la Enciclopedia de Diderot y D’Alambert. No hay que desdeñar tampoco la labor de instituciones como las Academias promovidas por la iniciativa pública (Despotismo Ilustrado) a través de las Academias y de las privadas, como en España a través de las Asociaciones.
Y para muestra un botón. En este video verás como aparece el espíritu Ilustrado y como desde Gran Bretaña va llegando a lugares diversos como Estados Unidos o Francia. Tanto en un sitio como en otro las repercusiones a la larga serán muy importantes.
Los tres pensadores más característicos de la Ilustración, Montesquieu, Voltaire y Rousseau son las referencias intelectuales de la época.
Barón de Montesquieu (1632- 1704), un noble que combate el absolutismo monárquico. Admirador del modelo parlamentario británico, rechaza la monarquía absoluta y se declara partidario de una monarquía limitada, basada en el principio de separación o división de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Su principal obra será “El espíritu de las Leyes”.
Voltaire ( 1694- 1778). Integrante de la burguesía apuesta por la libertad de pensamiento más que la libertad política. Admirador del principio de la tolerancia que aplicaban los ingleses, se manifestó como un oponente a los privilegios, un defensor de la razón y un crítico feroz de la intolerancia religiosa. Propuso la creación de un sistema político parlamentario que limitase al rey, apostando igualmente por la libertad de prensa. Era partidario de la religión y la moral natural.
Jean Jacques Rousseau (1712- 1778). Este miembro de la burguesía defiende la finalidad de un pacto o contrato social en un Estado para garantizar los derechos de los ciudadanos y asegurar el bien común del pueblo. Por ello debe de descansar en la voluntad general que se identifica con el pueblo, el único depositario de la soberanía (soberanía popular) . De ahí que considere la democracia como la forma más adecuada de gobierno. Su principal obra será “El contrato social”.
Los tres dan argumentos de peso para el sector del Tercer Estado que más tenía que ganar si la situación política cambiaba, la burguesía.
-Imagen obtenida de Wikipedia.es -
Referencias:
Gombrich, Ernest H.F. Historia del Arte. Volumen III. Ediciones Garriga. 1994
Rivas Lara, Lucía (coordinadora), Casanova López, Marina et alii: Historia Contemporánea. Grado de Historia del Arte . Editorial Universitas. 2010
Comentarios
Publicar un comentario